Como profesionales de la comunicación y de la salud, Gissela Suárez, Nancy Poma y Katherine Revollar conocieron de primera mano las carencias y necesidades del sector sanitario. Aunque vienen de diversas disciplinas, las tres comparten un mismo compromiso: ser agentes de cambio en el ámbito de la salud.
Desde marzo del 2022, ellas son alumnas de la Maestría en Comunicación en Salud de la PUCP, una carrera de posgrado que les está permitiendo formarse como estrategas de la comunicación para las necesidades del sector salud en el Perú y en Latinoamérica.
Aquí te contamos sus experiencias.
En la Maestría en Comunicación en Salud de la PUCP, estas tres profesionales encontraron el entorno académico idóneo para formarse y cumplir sus objetivos.
A Iquitos, la urbe más grande y poblada de la Amazonía peruana, solo se puede llegar en avión o en balsa. El abandono del Estado y la falta de recursos son el pan de cada día en esta ciudad de casi medio millón de personas, una de las regiones del país con los índices más altos de anemia infantil.
En esta zona trabaja nuestra estudiante Gissela Suárez Montalván, licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Científica del Perú. Desde hace más de dos décadas, Gissela es consultora de comunicaciones y ha coordinado proyectos en desarrollo infantil temprano, adolescencia, lucha contra la desnutrición, anemia y pobreza. Ha participado como encargada del equipo territorial de Loreto en el eje de salud de Unicef.
“Cuando conocí el programa de la PUCP, pensé: ‘bingo’, es lo que necesito. Estoy fascinada con la maestría porque muchos de los temas que estudio se relacionan con mi trabajo diario. He aprendido técnicas y metodologías que definitivamente mejoran mi perfil profesional”, dice Gissela, quien cursa esta maestría a distancia a través de las aulas de PAIDEIA, la plataforma educativa virtual de la PUCP.
Debido a su trabajo en salud comunitaria, Suárez coordina frecuentemente con apus y agentes en salud de las comunidades nativas. Por ejemplo, participó en el desarrollo de mochilas y materiales con pautas para que las familias cuiden la salud y la nutrición de los niños menores de tres años. Su labor incluyó coordinar la traducción de los mensajes a las lenguas nativas de los poblados del río Marañón.
“El curso de Comunicación Participativa, a cargo del Dr. Alfredo Paulo, profesor de la Universidad Autónoma de México, me ha abierto nuevos horizontes. Los comunicadores en temas de salud somos un enlace con la comunidad, y no hemos ejercido nuestra labor en su real magnitud. Para ello, necesitamos conocer teorías de la comunicación y tener más antecedentes para elaborar estrategias adecuadas en salud. Si no conocemos bien el comportamiento, las tradiciones, la cultura, las problemáticas de una comunidad, ¿cómo podemos generar cambios y mejoras en la salud de la población?”, dice la comunicadora.
“Siento que la Maestría me da las herramientas para avanzar en mi carrera. Mi expectativa es ingresar a un equipo de comunicaciones del sector salud en el Estado. Podría aportar mucho en la mejora de las intervenciones en salud comunitaria de la Dirección Regional de Salud en Loreto”, dice Gissela, tras concluir su primer año de estudios. Su formación en la PUCP le brinda un nuevo impulso y seguridad para asumir nuevos retos profesionales.
En el 2021, Nancy Poma, tecnóloga médica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, se graduó como médico general de la Universidad San Juan Bautista. Imparable, este año inició la Maestría en Comunicación en Salud de la PUCP, un posgrado que le brinda una perspectiva humanista y social complementaria a su trabajo como profesional de la salud.
“Por primera vez llevo cursos de comunicación orientados a mi sector. Estudiar esta maestría es una experiencia transformadora, a nivel personal y profesional. Ahora puedo desarrollar y aplicar estrategias de comunicación para mejorar la calidad de atención y tratamiento de mis pacientes”, dice Nancy, quien ha trabajado con pacientes muy delicados en unidades de rehabilitación, entre ellos los niños del Hogar Clínica San Juan de Dios. En la actualidad, se desempeña en el área de quemados del Hospital Almenara.
“Muchas veces, los pacientes postrados no reciben el mejor trato por parte del personal de salud, que no tiene la sensibilidad y la empatía para atender a estas personas. Los médicos no se comunican adecuadamente con ellos, les dan explicaciones de manera muy técnica y escueta, que no aporta a su recuperación”, comenta Nancy, quien trabajó en la primera línea de atención durante la pandemia de COVID-19.
“Los colegas del sector salud piensan que la comunicación solo sirve para ‘difundir información’, pero es mucho más que eso. Nos permite desarrollar estrategias para intervenir y mejorar el acceso, el cuidado y el tratamiento de la salud”, señala Nancy, quien como especialista en comunicación en salud aspira a realizar cambios importantes en su área.
Su proyecto de tesis de maestría, que avanza en cada ciclo de estudios, apunta en esa dirección. “Estoy investigando sobre la relación médico-paciente, con el objetivo de mejorar la comunicación en el contexto del consultorio. Soy testigo de la frustración y abandono que sienten muchos pacientes quechuahablantes cuando sus médicos no los escuchan o atienden adecuadamente. Es necesario sensibilizar y capacitar al personal de salud en temas de comunicación”, considera Poma.
Katherine Revollar (27), comunicadora egresada de la PUCP en la especialidad de Publicidad, orienta todos sus proyectos hacia el área de salud. La publicista, también especialista en Marketing por EADA Business School, administra su propio gimnasio desde los 22 años, emprendimiento que promueve el bienestar físico y la nutrición de calidad de las personas.
En los últimos años se ha dedicado a conocer e investigar las necesidades que afronta el país en el ámbito de la salud. Así, ha participado como voluntaria en T-BOUT y ha sido vicepresidenta de Salud para todos, organizaciones en las que ha trabajado en la promoción y prevención de la tuberculosis en personas de sectores vulnerables como la comunidad nativa de Cantagallo, en Lima.
“Durante la pandemia no hubo recursos para el tamizaje y descarte de esta enfermedad. Se administraron tratamientos de COVID-19 a personas que en realidad tenían tuberculosis, y por eso se consideró erróneamente que habían disminuido los casos. Esto ha repercutido en la reducción del presupuesto para la atención de esta enfermedad”, dice Katherine, quien luego de pasar por estas experiencias está convencida de que su proyecto de vida está en el trabajo en salud.
“Creo que los profesionales que trabajamos en salud podemos lograr grandes cosas si sumamos fuerzas y trabajamos en equipos multidisciplinarios. La comunicación en salud es un campo que está en sus inicios, pero con mucho potencial para crecer y aportar”, dice la publicista, quien encontró la especialización que buscaba en su alma máter, la PUCP.
“No hay un programa en el Perú similar al de la Maestría en Comunicación en Salud. Ha sido una experiencia satisfactoria con buenos docentes, y la posibilidad de tener clases con profesores y estudiantes internacionales. La interacción y el diálogo entre los médicos y profesionales de la salud con quienes venimos de las comunicaciones es enriquecedora. Valoro mucho el enfoque social y de investigación que nos brinda la maestría”, dice Revollar.
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De acuerdo con la OMS, la salud es un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades. En el nuevo paradigma pospandemia, el campo de la salud nos pertenece a todos y todas, y no se limita a quienes ejercen la medicina de manera profesional.
El concepto de la salud está presente en ámbitos como los deportes, la alimentación, la espiritualidad, las relaciones familiares y laborales, la relación y adaptación con el entorno, la vivienda, la movilidad, el entretenimiento (vacaciones, juegos, actividades recreativas), la educación y participación en actividades culturales, entre otras.
Estudiar comunicación en salud como programa de posgrado te permitirá integrar el concepto de salud desde la profesión y el sector en el que te desempeñes (por ejemplo, la ingeniería, psicología, educación, nutrición, economía, entre otras), ya que su ámbito de aplicación abarca todas las actividades humanas. Por lo tanto, los espacios laborales de este innovador programa son vastos: desde escuelas, instituciones deportivas, universidades, clínicas, empresas dedicadas a la producción de alimentos, agroindustria, farmacéutica, entidades de salud ocupacional, medioambiente, todos los hospitales e instituciones de salud, centros de estética y bienestar, centros de investigación, etcétera.
La principal característica de los comunicadores en salud es manejar saberes y recursos para entender de manera integral los procesos y las necesidades en salud de las personas, organizaciones y países, estableciendo un diálogo continuo con los especialistas en medicina y diversas ciencias. Este bagaje de conocimientos y prácticas es importante para que desarrollen estrategias efectivas para que la salud de la población sea siempre una prioridad y se adapte a todos los ámbitos de la vida.
Nuestra Maestría en Comunicación en Salud aporta a la formación de profesionales capacitados para la construcción de ese futuro.