3 razones por las que la gestión de operaciones es indispensable en las empresas

Dentro de la ingeniería industrial existen una serie de procesos que deben ser desarrollados de la manera correcta para alcanzar su éxito. La gestión de operaciones es uno de ellos y cumple un rol fundamental en la creación, desarrollo y organización de la función de producción.

La gestión de operaciones tiene como objetivo garantizar la consecución de ventajas competitivas en las empresas. ¿A qué se refiere la competitividad? Es la habilidad que tiene una compañía para desempeñarse mejor que su competencia según la percepción de sus clientes. Este factor es sumamente importante debido a la exigencia cada vez mayor de los consumidores en el mercado y las empresas deben estar preparadas para mantenerse entre las primeras.

Sin embargo, es importante diferenciar dos conceptos que resultan parecidos pero cumplen una función distinta:

1. Competitividad. Se refiere, como ya lo hemos mencionado, a la posición que posee la empresa en el mercado y no es responsabilidad exclusiva de la gestión de operaciones.
2. Productividad. Se relaciona con los productos por unidad de insumo y está dentro de la jurisdicción de la gestión de operaciones.

Podemos decir entonces que el propósito de esta área se enfoca en administrar todos los factores relacionados con el proceso de producción y logística. Asimismo, también se dedica a realizar planificaciones con rapidez, plantear escenarios de simulación para generar mejoras y prestar un mejor servicio al cliente.

Si bien es cierto que la gestión de operaciones busca producir un bien y/o prestar un servicio específico al mínimo tiempo y costo posible, para lograrlo es necesario establecer parámetros y criterios para efectos de evaluación y control. Esta evaluación se realiza a través de sistemas de gestión integrados; el monitoreo de indicadores de gestión o KPI (key performance indicator).

Estos son algunos de los criterios de evaluación que se deben tener en cuenta a lo largo de un proceso de gestión: volumen de producción, costo, utilización (equipo y fuerza de trabajo), calidad y confiabilidad del producto, inversión y flexibilidad para cambios en el producto.

Dentro de la gestión de operaciones existen tres niveles de decisiones y acciones que permiten alcanzar los objetivos previamente propuestos:

1. Gestión estratégica. Se ponen en acción las estrategias corporativas.
2. Gestión táctica. Se ejecutan las distintas estrategias de las unidades de negocio.
3. Gestión operativa. Abarca la puesta en acción de programas, funciones y controles.

¿Por qué es importante la gestión de operaciones?

En las empresas industriales, las actividades de producción son bastante obvias, porque se crean productos tangibles. Por otro lado, en aquellas que ofrecen servicios, aunque su proceso de producción no sean tan obvio como en el caso anterior, también se debe realizar una serie de actividades para satisfacer a los clientes.

Indistintamente de si la empresa produce bienes tangibles o servicios, todas las organizaciones deben cumplir tres funciones fundamentales para la gestión de las operaciones y su éxito en el mercado:

1. Marketing. Se encarga de generar la demanda y las ventas.
2. Producción/operaciones. Elabora el producto o servicio.
3. Finanzas. Se encarga de pagar facturas, recaudar dinero y velar por la estabilidad económica de la empresa.

Pero, ¿por qué es importante la gestión de operaciones? Además de velar por el cumplimiento de la principal fuente ingreso de las empresas (producción de bienes y servicios), también garantiza que estas sean realizadas bajo una serie de parámetros de calidad previamente establecidos. Estas son otras razones por las cuales esta área es imprescindible:

1. Fideliza a los clientes. En la mayoría de los casos, el cliente contacta directamente al personal de operaciones, por lo que una empresa tendrá más clientes frecuentes o repetitivos mientras estén mejor optimizadas las actividades que afectan el producto o servicio ofrecido.
2. Estandariza los procesos. Las operaciones se relacionan con el resto de las funciones empresariales. Todas las organizaciones hacen marketing, se financian de alguna forma y producen algún bien o servicio, por lo que la gestión de operaciones cumple un rol fundamental para que todas las áreas trabajen en sintonía.
3. Mejora la rentabilidad del negocio. La gestión de operaciones permite mejorar la rentabilidad y competitividad a través de servicios de calidad y costos competitivos dentro de las empresas.

Como vemos, la gestión de operaciones cumple un rol sumamente importante dentro de las empresas. Sobre todo en el hipercompetitivo mercado actual, resulta indispensable mantenerse en una mejora constante para tener éxito.

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