Estudiar una maestría ha dejado de ser una posible alternativa para convertirse en una preparación necesaria para escalar tu crecimiento personal y profesional. Sin duda, este tipo de estudios representa un desafío financiero que vale la pena tomar para acelerar tu carrera. En este sentido, ¿cómo podemos organizar nuestras finanzas para estudiar una maestría?
Según el diario Gestión, la demanda de los posgrados en Perú se ha incrementado por la cantidad de candidatos que buscan los beneficios de estudiar una maestría. Sin embargo, los sueños de avanzar en una carrera se pueden frenar por motivos económicos. Con estos consejos te mostramos todo lo que deberías saber para que tus números no fallen a la hora de emprender tus planes de estudio.
Puede que creas que contarás con los ingresos suficientes para pagar los estudios de posgrado. Sin embargo, es necesario que analices con seriedad cuáles son los montos que obtienes mensualmente y cuáles son tus gastos.
No se puede calcular los ingresos mensuales a través de suposiciones o deudas por cobrar. En esta identificación, que debe hacerse considerando los ingresos y egresos mes a mes, es necesario tener en cuenta que los imprevistos pueden causar desbalances en las finanzas personales.
De manera práctica, haz una lista con todas tus entradas de dinero (ingresos). El salario, los intereses de cuentas bancarias y los trabajos extras fijos son algunos de los elementos más importantes a apuntar en esta lista. Luego vienen los egresos; aquí es necesario listar todas las salidas de dinero, desde la vivienda hasta gastos pequeños. No olvides colocar los gastos de ocasiones especiales como cumpleaños, vacaciones o fiestas navideñas.
¿De verdad son necesarios esos productos pequeños que compras en páginas internacionales y que están consumiendo tu presupuesto? Estos consumos forman parte de los gastos imprevistos o “gastos hormiga” que terminan mermando tus finanzas personales y familiares. Algunos estudios afirman que este tipo de gastos pueden absorver hasta el 20% del presupuesto de una persona.
¿Cómo evitarlos? Además de tener una adecuada planificación financiera, busca maneras de disminuir estos “gastos hormiga”. Por ejemplo, si consumes jugos enlatados, trata de preparar jugos naturales en casa, pues esto hará que sean más económicos y saludables. Si te sobran algunas monedas, recurre a la alcancía.
Evalúa correctamente tus necesidades e identifica de cuáles gastos menores puedes prescindir. Piensa bien antes de comprar la ropa que te encantó cuando pasaste por una tienda o la herramienta tecnológica que solo usarás dos veces al año.
Sabemos que puede parecer difícil estudiar una maestría, pero también hay que reconocer que el esfuerzo vale la pena. Si ya te propusiste lograr esta meta, es momento de marcar pequeños objetivos para poder alcanzarla. ¿Cuánto puedes ahorrar mensualmente para tu posgrado? ¿Cuánto dinero quieres tener en seis meses para este propósito?
Fija objetivos mensuales, semestrales y anuales de manera que puedas generar un plan de ahorro que te permita alcanzar la meta de estudiar una maestría. Una mentalidad de ahorro es indispensable para el buen manejo de las finanzas personales.
¿Usas tu cuenta sueldo para todo, incluso para ahorrar? Para llevar un mejor control del dinero que destinarás para el costo de una maestría, es recomendable contar con una cuenta de ahorros para tener ese monto separado exclusivamente con ese fin.
Un depósito a plazo o las inversiones en fondos mutuos son buenas opciones para ganar rentabilidad y, al mismo tiempo, “obligarse” a tomar decisiones de ahorro. Definitivamente, la alternativa de tener el dinero “debajo del colchón” no es segura y tampoco genera intereses.
¿Qué tan necesaria es una maestría? Esto dependerá de tus objetivos profesionales. Tal vez no quieres que pase mucho tiempo y deseas comenzar tu maestría lo antes posible. Si este es tu caso, debes analizar la posibilidad de obtener un préstamo educativo.
Para esto, lo primero es consultar cuáles son las opciones de financiamiento de la institución en la que deseas estudiar. Algunas entidades bancarias o educativas presentan condiciones muy favorables, financiando hasta el 100% del costo del programa de estudio.
Otra alternativa a revisar son los financiamientos que ofrece el Estado peruano a través del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) para estudiantes con buen rendimiento académico y que tengan dificultades económicas para acceder a una maestría. Con este programa se pueden obtener financiamientos de posgrados de hasta 100 mil soles.
Para algunos de estos financiamientos es necesario contar con ciertos requisitos. Por ejemplo, haber sido admitido en un programa de posgrado, una carta motivo para estudiar una maestría, no encontrarse registrado en las centrales de riesgo y contar con una proforma de costos de estudios emitida por la universidad.
Otro de los motivos para estudiar una maestría es que también existen oportunidades para obtener una beca. Por ejemplo, la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ofrece diversas becas y beneficios para los estudiantes de maestría y doctorado. Estas ventajas van desde reconocimientos por excelencia académica y deportiva hasta descuentos por pagos al contado y financiamientos con entidades externas.
Para mantenerte motivado en el ahorro y tener claro por qué conviene estudiar una maestría presencial o semipresencial, es necesario elegir un programa que te apasione. Puedes realizar un test para elegir la maestría ideal o revisar entre los programas disponibles para dar con la que sea más adecuada para ti, según tus objetivos profesionales.
¿Ya le diste una mirada a las maestrías de la PUCP? Te invitamos a revisar nuestro blog y programas educativos y de financiamiento para elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Prepárate para dar un gran salto en tus objetivos profesionales y en tu vida laboral.